La casa embrujada

 

Escapando de la casa embrujada

Todo ocurrió un martes trece de junio del año 1990 en Pensilvania. Robert, un niño de catorce años, vivía en una humilde casa con su madre. Faltaban menos de cinco días para el Halloween. El y sus amigos estuvieron meses eligiendo sus disfraces.

Al comenzar el Halloween ellos estaban súper emocionados por todos los caramelos que iban a conseguir. Salieron a caminar para pedir caramelos y de repente vieron una casa enorme que nunca habían visto, porque nunca habían ido para esa parte del barrio. Todos quedaron sorprendidos, en especial Robert, porque esa casa comparada con la de él era gigantesca. Robert quería entrar para ver como era por dentro y por supuesto para pedir caramelos, pero sus amigos ya no tenían ganas de seguir caminando porque era muy tarde y estaban muy lejos de sus casas. Robert insistió pero sus amigos no quisieron y se volvieron. Robert se enojo y se quedo en la entrada de la casa. La casa daba mucho terror. Robert se acerco hasta la puerta de la casa, toco el timbre pero nadie respondió. El tenía tantas ganas de entrar que abrió la puerta. A Robert le pareció extraño que la puerta no tuviese seguro pero definitivamente entro a la casa.

Dentro de la casa, Robert empezó a recorrer todo, pero tenía mucho miedo de encontrarse a alguien o de romper algo, el estaba temblando del miedo que tenia. De pronto entro a la cocina y vio un enorme plato de caramelos, el se pregunto -¿debería comerlos?- aunque se pregunto una y otra vez, el agarro el plato de caramelos y empezó a comérselos todos. Pasaron quince minutos y el tuvo un terrible dolor de panza, el  se desmayó por el dolor. Al despertar, Robert se encontraba en una habitación atado a una silla. El se pregunto – ¿Qué estoy haciendo aquí? – hacia mucho  frio y no había nadie eran como las dos de la mañana y el no veía a nadie, de repente el escucha un ruido pero no sabía de dónde venía y tampoco vio a nadie. El intento desatarse de la silla pero no tenía tanta fuerza para poder salir.

De repente se abrió la puerta misteriosamente. Robert dijo–Hola ¿hay alguien ahí?- pero nadie respondió. De repente se escucho un grito de sufrimiento que el supuso que venía del sótano. El se murió de miedo, ¡empezó a temblar del miedo!, con todas las fuerzas que le quedaban se arrastro junto con la silla hasta una mesa de luz y en la mesita de luz había unos lentes. El agarro los cristales de los lentes los rompió un poco contra la pared y empezó a cortar las sogas para poder desatarse.

 

 

Cuando se desató corrió por el pasillo largo para poder encontrar la escalera para bajar al piso de abajo. En el piso de abajo estaban todas las luces apagadas, el tenia que llegar al sótano pero él estaba en el segundo piso todavía, habían un montón de puertas pero ninguna era la puerta correcta para llegar al sótano. Después de un rato abriendo puertas encontró la puerta correcta, al abrir la puerta vio una escalera larga que llevaba al sótano. No veía nada y tampoco pudo prender una luz porque no vio ningún interruptor, el empezó a bajar muerto de miedo, cuando termino de bajar pudo prender una luz de una vela que encontró en una mesa.

Al prender la vela el vio en las paredes palabras escritas con sangre, las palabras decían -Hoy vas a morir, jamás escaparas de aquí y lamentaras haber entrado a esta casa. De repente se cierra la puerta y el cae en un pozo profundo que no tenia escapatoria, de suerte no se lastimo, no podía salir pero se dio cuenta que la pared era de un material muy frágil, entonces el derribo la pared con su espalda. Al estar del otro lado de la pared empezó a correr como loco por el pasillo, era un pasillo muy largo con muchas puertas, abrió  a una de las puertas pero no había nada él siguió entrando a las habitaciones  pero ninguna tenía nada. Hasta que entro a una habitación en donde estaba una chica muy herida y llorando atada a una silla, entonces Robert la ayudó, la desato y la ayudo a caminar para el lugar donde se encontraba el pozo, la chica casi que no podía moverse del dolor y cansancio que tenia. Ella estaba sostenida del hombro de Robert para poder caminar, al cruzar la puerta, todas las paredes empezaron a derrumbarse. Empezaron a caminar más rápido pero un pedazo de madera muy grande cayó en los pies de la chica y fue aplastada por todos los bloques del derrumbe. Robert agarro un poco de madera y corrió para el pozo, lo apoyo en el piso, se subió en él y logro escaparse para arriba. El empezó a correr para el segundo piso de la casa y se sentó en una silla para poder descansar de lo exhausto que estaba, al cabo de un par de horas, el despertó. Cuando despertó, el logro notar una silueta de una persona que estaba en la ventana, pero en realidad el pensó que no había nada porque estaba muy dormido. Resulta que si había algo, algo muy aterrador se encontraba en esa casa junto con Robert.

Robert estaba subiendo la escalera cuando de repente el nota que una soga lo agarra del cuello y lo deja colgando de la punta de un mueble que estaba en la pared, el se estaba poniendo morado de la asfixia pero con sus pies largos pudo mover una silla para poder pararse de punta de pie y así poder respirar, estuvo unos cinco segundos parado ahí hasta que la silla se corrió y se siguió asfixiando, no se le ocurrió otra idea

 

 

que treparse del mueble, el se trepo del mueble y saco la soga pero el mueble se empezó a caer, el logro saltar para un costado del mueble y se salvo. El empezó a correr para la puerta y al abrir la puerta, la alfombra se corrió misteriosamente para atrás, el se resbalo y se dio la cara contra el piso. El se pego tan fuerte en la cabeza que se murió y no logro salir de la casa.

FIN

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