Había una vez hace 5.325 años un animal muy extraño, era una especie de reptil, de nombre titochus, que abreviado era tito. Era muy especial, tenía dos pequeños puntos negros de ojos, una boca con pequeños labios rojizos y su cuerpo era una pequeña forma humanoide verde y tenía dos pequeños y flacos brazos al igual que sus piernas, era un poco tierno y muy muy muuuuuy curioso, le encantaba la papaya que era su comida favorita pero también comía otras frutas. Era bípedo (o sea que caminaba en dos patas), su piel era muy suave al tacto. Pero dejemos de hablar de él y ahora hablemos de sus aventuras.
Un día el tito estaba buscando donde vivir, encontró una inmensa cueva se escuchaba un ruido raro como ronquidos pero a él no le importó, siguió adentrándose hasta que aparece un lobo hambriento, el tito corre por su vida hasta que llega a un barranco, piensa que es su fin pero se corre y el lobo cae. Así fue su primera aventura.
Otro día tito tenía mucha sed, es que había una sequía, y escuchó que había un lago de agua infinita así que lo buscó, lo busco hasta que tito se puso a llorar sentado porque no la encontraba y cuando levanto la mirada, se secó las lágrimas y se dio cuenta que la tenía enfrente así que vivió feliz para siempre.